Actualmente hay suficientes evidencias científicas de que respirar ACTH producen en adultos un incremento del riesgo de presentar cáncer de pulmón, enfermedad cardiovascular y EPOC. En los niños, están suficientemente analizados los efectos nocivos  que incluyen desde el aumento de infecciones respiratorias y del oído medio, mayor riesgo de asma, hasta el aumento 3 veces superior de muerte súbita en el caso de lactantes.

En el caso del feto, hay 2 posibles fuentes de exposición; el tabaquismo activo de la madre o la exposición involuntaria de ésta si no es fumadora.

Dejar de fumar con láser.

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